¿Cuándo fue la última vez que escribiste algo a mano que luego debías presentar a otra persona? No valen los formularios administrativos, las notas de apuntes o la lista de compras. Puedes incluir cartas o tarjetas postales…
Mientras tu memoria trabaja, te invito a una reivindicación de la buena letra, que se refleja en el blog Taller de Caligrafía, de mi amiga y colega Natalia Estefanía Botero.
Esta periodista, cuyas preguntas compartí en esta nota en Bahía César, reconoció que su trabajo la había alejado de la caligrafía, que practica desde más de 20 años.
«Sin embargo, hay conexiones y asuntos en la vida que circulan por las nervaduras propias, por el alma y la esencia y aunque hayan tiempos de desconexión y lejanía, ellas siempre vuelven, como viejos conocidos, como necesarios alientos. Así sucede con la palabra, así es con las letras», explicó Estefanía al retomar recientemente su blog.
Debajo, palabras escritas con el tipo de letra Copperplate:
En medio de tantas tipografías utilitarias y rutinarias que pululan por la web, este blog es un remanso que ilumina con su arte a la vista y el espíritu.