Una alegría inédita debutó en forma multitudinaria en las calles de la Argentina el 9 de julio de 2014. Miles de jóvenes y adolescentes y niños que nunca habían visto la clasificación del seleccionado de fútbol a la final de un Mundial salieron a copar avenidas y espacios públicos luego del triunfo del equipo albiceleste en tanda de penales sobre Holanda en la Copa del Mundo que se juega en Brasil.
Fueron los mismos miembros de esa generación acerca de la cual escribí esta nota, aquellos que nunca habían sido semifinalistas de un Mundial y, por ende, finalistas de una Copa del Mundo.
Participé en los festejos populares del 9 de julio en el Obelisco, el tradicional lugar de festejos de los porteños. La gran mayoría de las miles de personas eran jóvenes y adolescentes, muchos de ellos en grupos de pares, algunos acompañados por los padres. Era una alegría virginal, exhuberante, fresca.
Te comparto fotografías de los festejos que tomé con teléfonos móviles Samsung Galaxy S5 y Nokia Lumia 1020 y que edité en Instagram y una lista de videos propios.
Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".
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