El vuelo en la «reina de los cielos», el Boeing 747-8i de la aerolínea alemana Lufthansa que me llevó entre el 8 y el 9 de abril de 2016 desde el aeropuerto porteño de Ezeiza al de la ciudad de Frankfurt, sobrevoló el noroeste de África, los Alpes y los alrededores de la principal terminal aérea germana.
Tormentas de arena y nubes me desalentaron la toma de fotografías cuando sobrevolamos África, pero el cielo se abrió un poco cuando el avión pasó arriba de los Alpes, a la altura del lago de Como, en Italia.
Luego de más de 12 horas y medio de vuelo (es el viaje sin escalas más largo que realiza Lufthansa), tomé las siguientes fotografías en los alrededores de Frankfurt:
También del inmenso aeropuerto, con sus cuatro pistas:
Y del río Rin, cerca de su encuentro con el río Meno, que atraviesa Frankfurt.
Un rato después el avión aterrizó en Frankfurt, donde unas horas después subí a otro avión que me llevó a Beijing, punto de llegada de mi viaje a China.