En medio de la meseta patagónica en Chubut hay un valle, surcado por el río que le da el nombre a esta provincia argentina, donde gracias a la mano del hombre crecen frutas y otros cultivos, regados por un sistema de canales.
Visité el 7 de diciembre de 2016 la zona del valle donde se encuentra la ciudad de Dolavon, guiado por mi amiga y cicerone chubutense Lidia Garavano, con quien coseché cerezas, moras y frambruesas en su propia chacra, aledaña al río Chubut.
A continuación una serie de fotografías propias que tomé con un teléfono móvil Moto Z Play con un accesorio de cámara Hasselblad.
Por supuesto, el sabor de estos frutos rojos, que no tienen ni agroquímicos ni otros componentes de origen humano, es insuperable, y lo disfrutamos en un viaje posterior por la meseta patagónica y en mermeladas caseras.