La última devaluación del peso, un 25% en los días posteriores a las recientes elecciones PASO, pondrá una luz amarilla a las inversiones que necesitan hacer los operadores de telecomunicaciones y de la televisión por cable para satisfacer una demanda creciente en conectividad y calidad de servicio.
Así se desprende de algunas de las expresiones de actores de la industria, reunidos entre el 21 y el 22 de agosto por el proveedor tecnológico estadounidense Arris, con directores de tecnología (CTO) de sus principales clientes latinoamericanos, en una reunión en la ciudad de Miami, en la que participé.
Arris no es una marca famosa para el público argentino, pese a que se encuentra presente en miles de hogares que tienen TV por cable e Internet a través de Cablevisión. Arris provee a esa empresa decodificadores y módems.
«América latina es lo que es», me dijo con resignación Marcos Takanohasi, vicepresidente senior de ventas de Arris para la región.
El subcontinente se diferencia de otros mercados porque aún hay demanda de conectividad e incluso de TV por cable, pese al repliegue que ésta sufre en mercados más desarrollados, en desmedro del video bajo demanda y el «streaming» en Internet.
La otra diferencia, según este ejecutivo, es que el principal desafío regional son los cambios frecuentes en sus economías, lo que impacta a las inversiones de las empresas de telecomunicaciones.
El caso de la Argentina es ilustrativo: la devaluación del peso en los últimos dos años (a principios de 2018 el dólar cotizaba 19 pesos y hoy se ubica alrededor de los 57 pesos) pega de lleno a las «telcos» y los «cableros».
¿Por qué? «Sus ingresos son en moneda local y las inversiones en las redes son en general con insumos importados», dijo Takanohasi, un ejecutivo brasileño de origen japonés.
Takanohasi ubicó a la Argentina junto a Venezuela como «los puntos de duda» en la región, en el caso argentino por causa del proceso electoral, aunque se mostró esperanzado en una transición ordenada, si es que el presidente Mauricio Macri deja el poder en manos del candidato peronista a sucederlo, Alberto Fernández.
Además de la devaluación, Takanohasi apuntó contra la inflación como otra de las causas que ponen luz amarilla a las inversiones de las «telcos» argentinas para aumentar la extensión y la capacidad de sus redes.
El cuadro económico argentino contrasta con el de otras regiones de América latina.
«Estimamos que en los próximos años al final estaremos un poquito mejor, con un crecimiento sostenible», dijo Takanohasi, gracias en gran medida a que Brasil y México «están más estables en la inflación y haciendo las reformas necesarias» en sus economías, al igual que los países andinos.
Morgan Kurk, CTO de CommScope, la empresa que en 2018 adquirió a Arris por 7.400 millones de dólares, destacó que «felizmente América latina no es lo más bajo del mundo, tiene mucha oportunidad de crecer».
Sin embargo, Hugo Ramos, jefe tecnológico regional de Arris, reconoció como uno de los obstáculos la existencia de «muchos requisitos y condiciones diferentes en América latina».
Al respecto, puso como ejemplo este dato: el 70% del trabajo de desarrollo de código informático que realiza a nivel global Arris es para adecuar sus equipos a los países de la región.
Puedes leer más sobre este tema en la nota que publiqué en iProfesional aquí.