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No quiero tu cielo chiquito,
ese de puertas angostas
y de misericordia anoréxica,
de una gracia desnutrida
de toda compasión y de toda ternura.

No me interesa tu cielo meritocrático,
en el que solo hay celestes
o amarillos o grises apáticos,
y donde las verdes apasionadas
o los arcoiris de la diversidad
no tienen espacio.

Tu cielo de bancos de domingo
y de semanas “desentendiéndote de lo que pasa”
es un lugar de fantasía,
un circo para entretener la fe
toda vez que la potencia del Evangelio
no logra impulsarte al testimonio
en medio del barro de la vida.

Tu cielo lleno de miedos y prejuicios,
en el que la acción política “te hace ruido”
y en el que el roce con la realidad
asquea tu pacata moralidad,
no es el cielo al que quisiera entrar.

Tu cielo de aleluyas y santos y amenes
pero sin sensibilidad para el “tuve hambre,
tuve sed, estuve desnudo, estuve preso”;
tu cielo con peajes y con muros,
que le teme a las fronteras abiertas,
es un cielo de dioses peligrosos y mezquinos,
incapaces de cualquier empatía
con el dolor y con la necesidad humana.

Tu cielo de mandamientos viejos
y no de amores nuevos;
tu cielo de textos selectivos
y de dogmas que oprimen,
tu cielo de mesa pobre,
donde se come el pan
como si estuvieras en un funeral
y donde el vino ya no trae alegría,
es un cielo amargo y triste.

Dame los cielos prometidos,
esos donde la revolución de Jesús
se va construyendo en los encuentros,
en los compartires, en la solidaridad,
en el compromiso con quienes buscan
plenitud, dignidad, comprensión,
inclusión, pascuas, sanidad,
una mirada cálida, alimento.

Ese cielo que es acá, ahora y mañana,
cielo que abraza cada necesidad,
cada dolor, cada lágrima,
que transforma toda desesperación en esperanza
y cada tropiezo en nueva oportunidad.

Dame los cielos escandalosos
que saben abrazar los infiernos
de quienes han sido puestos
en las márgenes del buen vivir.

Dame los cielos inquietos
de veredas anchas,
donde cada ser humano
tiene espacio para ser en libertad.

Gerardo Carlos C. Oberman

Fuente: Perfil del autor en Facebook.
César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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