«Operaciones de prensa de las dictaduras en Uruguay y la Argentina. La construcción del miedo», será el tema de una actividad especial el 26 de septiembre en el Museo Sitio de Memoria ESMA.
Debido al aislamiento social preventivo obligatorio (ASPO) para ralentizar la propagación de la pandemia del coronavirus, este museo porteño permanece cerrado.
Por este motivo, la actividad denominada «La visita de las cinco» se realizará a través de su página en la red social Facebook y el canal del museo en la plataforma de videos YouTube.
El último sábado de cada mes, a las 17.00, el museo realiza una visita abierta al público en compañía de invitados especiales que dialogan con el público sobre su historia vinculada a este lugar.
Entre Montevideo y Buenos Aires
La visita de septiembre está realizada en forma conjunta con los sitios de memoria Ex-SID de Uruguay, y CCDTyE «Automores Orletti».
La presentación de la visita estará a cargo de Virginia Croatto, directora de contenidos y producción museográfica del museo.
Los invitados serán:
- Virginia Martínez, documentalista y coordinadora del sitio de memoria ex SID, de Uruguay.
- Marisa Ruiz, historiadora e investigadora en temas de género y derechos humanos.
- Sara Méndez, maestra, sobreviviente de Orletti y del SID, y víctima de la operación de prensa «Chalet Susy».
- Luis «Lucho» Ruiz, documentalista.
- Emilio Vanhoutte, licenciado en comunicación e integrante del equipo de comunicación e investigación del Sitio de Memoria Orletti.
- Daniel Cabezas, productor audiovisual y testigo en la causa ESMA por su madre, Thelma Jara.
- Cora Gamarnik, doctora en ciencias sociales y coordinadora del área de estudios sobre fotografía de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Según me informó el museo en un comunicado, la cronista será Adriana Taboada, psicóloga e investigadora del Centro de Estudios de Genocidio de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), y perita en causas por delitos de lesa humanidad.
Los golpes cívico-militares ocurridos en países de América Latina durante la década del 70, fueron guiados, en su mayoría, por la doctrina de la seguridad nacional.
Se trató de una doctrina impartida desde los Estados Unidos en el marco de la guerra fría.
Su propósito era combatir cualquier movimiento u organización que consideraran cercana al comunismo.
El Plan Cóndor
Dentro de esta política dictatorial surgió el Plan Cóndor, una coordinación represiva entre los países del Cono Sur, para perseguir y eliminar a dirigentes políticos, sociales, sindicales y estudiantiles de la Argentina, Uruguay, Chile, Paraguay, Bolivia y Brasil.
Uno de los principales lugares de la operación del Plan Cóndor fue el centro clandestino de detención y tortura «Automotores Orletti», en el barrio porteño de Floresta.
Funcionó entre mayo y noviembre de 1976, bajo el control de la ex Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), en colaboración con el Batallón de Inteligencia 601, perteneciente al primer cuerpo del Ejército.
En Orletti hubo alrededor de 300 detenidos-desaparecidos, muchos de ellos de nacionalidad uruguaya.
El 24 de julio de 1976, 24 secuestrados uruguayos fueron trasladados en un vuelo a la ciudad de Montevideo.
En la capital uruguaya fueron llevados a la sede del Servicio de Información de Defensa (SID), uno de los centros más emblemáticos de la represión ilegal en el país oriental.
El 23 de octubre de ese año varios de ellos fueron trasladados a una casa en el balneario Shangrilá (Chalet Susy), y a hoteles y pensiones de la capital. En estos lugares fueron detenidos de manera falsa tres días más tarde.
En el chalet Susy, la dictadura uruguaya había montado un escenario con armas, panfletos y hasta túneles.
El objetivo era mostrar ante la población que “los grupos subversivos” seguían latentes.
Los mismos prisioneros del chalet fueron luego “capturados”, y exhibidos ante la prensa en un gran show mediático.
Acción psicológica de las dictaduras
El uso de los medios de comunicación masivos para instalar lo que se llamó “acción psicológica” fue común a las dictaduras del Cono Sur.
Los regímenes totalitarios utilizaron campañas de prensa cuyo objetivo era instalar la teoría del “demonio subversivo” para justificar la represión ilegal y construir una cultura del miedo como forma de disciplinamiento social.
En la ESMA se realizaron varias campañas de prensa con esa intención, como por ejemplo:
- La entrevista a Thelma Jara de Cabezas en la revista semanal Para ti.
- La foto de las monjas francesas Alice Domon y Léonie Duquet, que simula que fueron secuestradas por la organización terrorista Montoneros.
- Las notas sobre la supuesta muerte de la guerrillera Norma Arrostito, mientras ella permanecía cautiva en el edificio del casino de oficiales de la ESMA.
Durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983) la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) funcionó como centro clandestino de detención, tortura y exterminio.
Emplazada en un predio de 17 hectáreas sobre una de las principales vías de acceso a Buenos Aires, la avenida del Libertador, en el barrio porteño de Núñez, su núcleo operativo fue el Casino de Oficiales, hoy Museo Sitio de Memoria ESMA.
Fue un edificio destinado originalmente al esparcimiento y descanso de los marinos.
Por este lugar pasaron unos 5.000 detenidos-desaparecidos. La mayoría fueron arrojados vivos al río de la Plata y al mar Argentino en los denominados «vuelos de la muerte».