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Las filiales de la Argentina, Chile y Brasil de Silica Networks, compañía de Grupo Datco que provee infraestructura, mantenimiento y servicios de conectividad y transporte sobre fibra óptica, anunciaron un proyecto conjunto para iniciar los estudios de factibilidad para desplegar un tendido de fibra óptica submarina que conectará la Antártida, el único continente al que no ha llegado todavía la fibra óptica.

En esta etapa de análisis de factibilidad del proyecto, las tres filiales de Silica Networks aportarán un fondeo de 2 millones de dólares, según me informó la compañía en un comunicado.

El proyecto contempla una etapa preliminar que unirá la capital fueguina de Ushuaia con la localidad chilena de Puerto Williams, cruzando el canal Beagle.

Así se cerrará un anillo que permitirá aumentar la robustez de los tendidos de fibra que la Argentina y Chile han desplegado en la región.

Al asegurar la disponibilidad de un servicio de conectividad de alta capacidad en la isla grande de Tierra del Fuego, esta iniciativa de Silica Networks potenciará los proyectos de articulación entre la provincia austral y el sector privado que proyectan instalar un centro tecnológico que incluye la implantación de una factoría de software.

Estas iniciativas confluyen y se potencian a partir de la fibra óptica y la posibilidad de tener conectividad de alta capacidad con Buenos Aires, Santiago de Chile, Sao Paulo y Fortaleza.

La siguiente etapa buscará conectar la península Mitre, en la isla grande de Tierra del Fuego, a través del pasaje de Drake, con la isla Rey Jorge, conocida en la Argentina como isla 25 de Mayo y en Rusia como isla Waterloo, la más grande de las islas Shetland del Sur, para conectar desde allí a la Antártida continental.

Como parte de esa etapa del proyecto, se propone establecer en la isla un nodo de conectividad que impulsará el desarrollo de la investigación científica que llevan adelante nueve países en bases instaladas en forma permanente en la isla.

La Argentina, Brasil, Chile, China, Corea Del Sur, Perú, Polonia, Rusia y Uruguay tienen bases en la isla 25 de Mayo.

“Pensamos llamarlo ¨Hub Científico Antártida¨ porque entendemos que la razón de ser de este proyecto, más allá de la tarea épica que significa traspasar las fronteras, tiene que ver con potenciar el conocimiento que se genera en este continente, facilitando a los científicos la conectividad de alta capacidad y baja latencia que provee la fibra óptica para poner a disposición de la humanidad el conocimiento convertido en datos que produce la comunidad científica internacional en la Antártida”, afirmó Horacio Martínez, director general ejecutivo de Silica Networks.

“Siempre me fascinaron los relatos de los exploradores antárticos y creo que debemos completar su obra. Las posibilidades que nos abre llegar con fibra óptica al continente blanco nos permitirán poder entender más fenómenos como el cambio climático, medir su evolución y desarrollo. No es una meta prioritaria para la humanidad, pero lograr una mejor comunicación para los científicos que permanecen sitiados por meses por el clima más riguroso del planeta creo que vale la pena”, agregó Martínez.

Silica Networks participó en proyectos de la comunidad científica, en sociedad con las redes académicas Clara, InnovaRed, Reuna y RNP, y puso la conectividad al servicio de la investigación científica, como en el caso del observatorio de rayos cósmicos Pierre Auger, en la ciudad mendocina de Malargüe, o el tendido de fibra óptica que vincula el observatorio astronómico Atacama Large Millimeter Array (ALMAS) en la meseta chilena de Chajnandor.

La compañía realizó en los últimos años inversiones para ampliar su red de fibra óptica de más de 13.000 kilómetros de extensión que atraviesa las principales economías regionales de la Argentina, Brasil y Chile, con salida a los océanos Atlántico y Pacífico, y asegura caminos alternativos y redundancia con cinco pasos diferentes a través de la cordillera de los Andes.

César Dergarabedian

Soy periodista. Trabajo en medios de comunicación en Buenos Aires, Argentina, desde 1986. Especializado en tecnologías de la información y la comunicación. Analista en medios de comunicación social graduado en la Universidad del Salvador. Ganador de los premios Sadosky a la Inteligencia Argentina en las categorías de Investigación periodística y de Innovación Periodística, y del premio al Mejor Trabajo Periodístico en Seguridad Informática otorgado por la empresa ESET Latinoamérica. Coautor del libro "Historias de San Luis Digital" junto a Andrea Catalano. Elegido por Social Geek como uno de los "15 editores de tecnología más influyentes en América latina".

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