«Enchuláme la cámara» es una empresa especializada en el alquiler de equipos de filmación, fotografía, iluminación y sonido, que se ofrece como alternativa ante los creadores de contenido, directores de videoclips, estudiantes de cine, fotógrafos de actividades y agencias de publicidad que necesitan alquilar dispositivos de gama alta para filmar sus videos o tomar sus fotografías.
El emprendimiento nació en 2017 de la mano de Julián Mizrahi, quien a los 20 años estudiaba en una facultad de cine.
Una cámara que usaba para trabajos de filmación era muy requerida por fotógrafos y realizadores y se la pedían para alquilar. Los días que no la utilizaba, la alquilaba a compañeros de la facultad.
Al poco tiempo vio la veta comercial, y comprobó que podía generar más ingresos con el alquiler de los equipos que si salía a trabajar con ellos. Al poco tiempo, la comunidad de la facultad alquilaba su cámara.
«La inversión inicial fue de 3 mil dólares, que era el valor de mi cámara en ese entonces. Aunque a decir verdad, nunca planifiqué poner el negocio, y la cámara ya la tenía para uso personal», explicó, en un comunicado que me envió la empresa.
«Fue un negocio totalmente involuntario, que no surgió de la necesidad o la búsqueda, sino de haber hallado por completa casualidad el hueco de mercado y que no había otro lugar de alquiler de equipos con este concepto y con equipos modernos», contó el fundador y director general ejecutivo de «Enchuláme la cámara».
Hoy tiene dos locales: en el barrio porteño de Palermo y en el barrio cordobés de Cofico. El plan para el 2023 es abrir en las ciudades de La Plata, Mendoza y Rosario.
En 2024 planea llegar a las ciudades de Montevideo y Santiago de Chile, «donde hay una industria dolarizada y bastante prometedora», señaló.
En 2025 tiene planificado abrir sus sucursales en las ciudades de Bogotá y México y el objetivo a largo plazo es llegar a España y los Estados Unidos.
Cifras del negocio de «Enchuláme la cámara»
«Enchuláme la cámara» trabaja con equipamiento equipos de gama media. Abastece producciones medianas de videoclips, comerciales, videos corporativos, trabajos estudiantiles y actividades.
El público objetivo de cliente es un realizador independiente de entre 20 y 40 años, contratado para realizar un trabajo audiovisual, y no tiene 14 mil dólares, según el cálculo de «Enchuláme la cámara», para comprar los equipos que el trabajo requiere y probablemente va a utilizarlos una vez sola.
Por lo tanto, le resulta más rentable el pago de 50 mil pesos, según el cálculo de «Enchuláme la cámara», y al día siguiente devolver los equipos, sin necesidad de considerar su desgaste, rotura o degradación.
La empresa tiene un promedio de 80 alquileres diarios, con picos de 120 los fines de semana. Los sábados, el local tiene una fila de 40 personas.
En 2022 la empresa creció más de un 40% y parte de las ganancias se usaron para agrandar y mejorar el portafolio de productos, con la compra de más de 150 lentes y 100 cámaras nuevas en un solo año.
La empresa también funciona como administradora de equipos de terceros, que los dejan para trabajar y ser alquilados.
«Enchuláme la cámara» comenzó como rental de equipamiento, pero en los últimos años abrió distintos segmentos de negocio, los cuales funcionan independiente del segmento de alquiler, se autosustentan, y crecen año a año.
La empresa cuenta con servicio técnico de equipos de fotografías y filmación; alquila estudio de fotografía y tiene un servicio de seguro de equipos audiovisuales.
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