Álvaro Ruiz de Mendarozqueta es un ingeniero de software y un escritor, nacido en Santa Fe en 1957 y residente en Córdoba. Autor de cuentos y relatos en diarios, revistas, sitios literarios y antologías, presentó el 6 de diciembre en la Alianza Francesa de Córdoba su última obra, «Notas para una tesis».
El libro fue editado por Alción Editora, que también publicó sus libros de cuentos «El arte de lo efímero» (2015) e «Infinito en lo cotidiano» (2018), y su novela «El calígrafo de Pekín» (2021).
Arvore Digital Editora editó en portugués en 2021 su libro «Cidade obliqua», una novela gráfica, en asociación con Héctor Gómez Alisio. Macedonia Ediciones editó en 2021 «Cartografías mínimas» una antología conjunta con Liliana Aguilar Orantes, Nélida Cañas y Patricia Nasello.
Ruiz de Mendarozqueta, que honró a este sitio con sus participaciones en estas notas, trabaja hace más de 40 años en el desarrollo de software, la docencia y la gestión de software en empresas nacionales y multinacionales, fundaciones, agencias gubernamentales y pequeñas y medianas empresas; además de su obra como escritor.
Acerca de «Notas para una tesis», el autor me explicó que se trata de un «libro de cuentos y relatos que, si bien permiten una lectura independiente de cada uno, forman una red de historias cruzadas, ensayos de ficción, aguafuertes marcianas, escritores marginales que escriben algunos de los cuentos del libro, historias que vuelven a aparecer, y que permiten navegar al libro como un todo».
Comparto a continuación un fragmento de su cuento «La literatura en Marte»:
«El hecho de que el lenguaje marciano fuera mucho más que palabras, que fuera esa combinación de gestos, temblores, palpaciones de tentáculos, cambios de colores, movimientos, ciertas comidas y muchas otras cosas que no he podido percibir, me llevó a indagar si algún tipo de literatura era posible.
Una de las formas que toma es la del relato oral, casi perdido en nuestro planeta y definitivamente olvidado en la colonia. Corrijo, dije oral para darme a entender pero no hay nada parecido a palabras habladas o escritas. Esas pequeñas ceremonias que empecé a compartir en las primeras visitas a la casa de Úrsula, son formas de relatos.
Las puestas del sol, del amarillo pálido al naranja incendiario invocaban las ganas de relatar. Movimientos, palabras, miradas y comida conformaban el universo literario.»
Puedes comprar el nuevo libro de Álvaro Ruiz de Mendarozqueta, a quien felicito por esta nueva obra, aquí.
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