¿Cuál es una las peores pesadillas que puede sufrir un periodista? Un grabador que no funcione en una entrevista con un Premio Nobel de Literatura, obtenida luego de un año de gestiones.
Mónica Quintero Restrepo, periodista del diario El Colombiano, de Medellín, pasó por este trance profesional la semana pasada con Mario Vargas Llosa. Y de ese momento crítico salió con una gran nota.
Luego de la conversación de 30 minutos que mantuvo con el escritor en la ciudad de Cartagena, y vigilada de cerca por un asistente del autor peruano-español de 76 años, la cronista comprobó que el grabador ¡no había registrado nada! Para completarla, no había tomado apuntes, quizás para no desconcentrarse y confiada en el dispositivo digital.
¿Qué hizo Quintero Restrepo? Hurgó en su memoria, donde rescató detalles y gestos del autor de “La ciudad y los perros” que el grabador nunca hubiera registrado.
El resultado de esos recuerdos sobre la entrevista es una nota que puedes leer aquí.
En el artículo, la cronista describe “un Vargas Llosa a mi manera. Para contarles cuál fue el Vargas Llosa que conocí y que esperé todo un año. Les conté eso que todavía no se me olvida”.
Luego de la charla con Quintero Restrepo, el Premio Nobel recibió a un periodista del diario El Tiempo, de Bogotá, que escribió esta nota y que puedes compararla con el artículo de El Colombiano.
Mientras la primera es una nota previsible, más allá de las declaraciones de Vargas Llosa, la del diario de Medellín rebosa de sinceridad y sentimiento, y refleja un sustrato de esperanza por la buena escritura y el buen periodismo, más allá de un grabador rebelde.
Notable post, gracias!!!
¡Gracias, Alejandro! En realidad, hay que agradecerle a Mónica por esta demostración de buen periodismo.