Fuente eterna de amor,
con bondad hoy te derramas,
por toda la humanidad
tu gracia nos entregas.
Ven y dame tu calor
y condúceme en la vida,
en los tiempos de aflicción,
concédeme guarida.
A la luz de tu mirar,
sigo en paz por el camino,
porque sé que guiarás
cada paso en mi destino.
Ven, Señor, y cárgame
en momentos de cansancio
y si llego a tropezar,
caiga yo en tu abrazo.
Rodolfo Gaede Neto
Traducción: Gerardo Oberman.
Fuente: Red Crearte.
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