«El Señor es nuestro juez… y él nos salvará»
Isaías 33:23
No a mi en soledad, no a vos en soledad.
El propósito de Dios no es salvar individuos aislados;
el propósito de Dios es salvar a su pueblo.
Dios promete salvarnos a todos y a todas.
Esa es señal de su justicia,
que se sostiene en el amor y en la misericordia.
En tiempos donde el aislamiento,
el egoísmo,
el individualismo,
el “sálvese quien pueda”,
nos impulsan a vivir en el miedo,
a tomar opciones cada vez más solitarias,
a alejarnos de la comunión con otros y otras,
a sentirnos amenazados por nuestros semejantes,
a vivir encerrados entre las rejas
de un mundo donde solo cabemos nosotros,
Dios nos dice que nos quiere salvar a todos y a todas.
Pero no en soledad, sino junto a otros y a otras.
Si creemos en el poder sanador y salvador
del amor de Dios, nuestro Padre y nuestra Madre,
animémonos a construir lazos entre las personas,
que afirmen que somos pueblo, que somos comunidad.
Y digamos, con claridad, que el plan de Dios
abre puertas a la salvación de todos y todas
quienes crean y confíen
en su amor restaurador y liberador.
Gerardo Oberman
Fuente: Red Crearte bajo Licencia Creative Commons Atribución 2.5 Argentina.