En Softbank, uno de los mayores fondos globales de inversiones, no son supersticiosos y anunciaron el 13 de febrero en el piso 13 de un edificio de WeWork (una del centenar de compañías que tienen) en Buenos Aires que confían en la Argentina.
Pese a la recesión económica, buscan en el país empresas iniciales (startups) donde invertir parte de los 3.600 millones de dólares destinados a apostar por nuevos proyectos.
En el décimo tercer piso de las oficinas que tiene este fondo de origen japonés en el edificio de WeWork en la ciudad de Vicente López, en el norte del Gran Buenos Aires, Andy Freire, máximo responsable de la compañía para América latina (a excepción de Brasil y México) explicó los planes en una conferencia de prensa en la que participé, y lanzó una convocatoria para una capacitación intensa en inteligencia artificial.
¿Cuáles son los rubros donde Softbank apunta en la Argentina? El ex ministro porteño de Innovación apunta a alimentos tecnológicos, «fintechs» y agrotecnología.
El responsable local de la compañía, socia de empresas emblemáticas como Uber, Alibaba y WeWork, explicó que el «desafío» que tiene «es ayudar a los emprendedores argentinos a volver a pensar en grande. Y estamos convencidos que la situación económica no es un impedimento».
Freire, uno de los fundadores del sitio Officenet, puso el dedo en la llaga, al recordar que salvo el caso de Auth0, el resto de los «unicornios» argentinos (empresas valuadas en más de 1.000 millones de dólares) nacieron antes de 2005, y que en el caso de Globant, Despegar o Mercado Libre crecieron incluso en la crisis de 2001.
El ex funcionario y legislador porteño admitió que la Argentina está un paso detrás de Brasil o México, en cuanto a emprendimientos de base tecnológica, y lo ilustró con el siguiente dato: Para los próximos doce meses, en Brasil se proyecta que habrá 60 ofertas públicas de acciones.
El managing partner de SoftBank Latin America Fund, tal el nombre oficial de su cargo que asumió en junio, aclaró que «el talento argentino sigue siendo único».
Al respecto, recordó que empresas como Rappi, apoyada por Softbank y de origen en Colombia, contrata programadores en la Argentina.
«Uno de los desafíos que tenemos por delante es que la Argentina vuelva a tener un rol protagónico en el surgimiento de nuevos unicornios», afirmó Freire.
Pese a esta «sequía» de unicornios desde 2005 a la fecha, resaltó que «la buena noticia es que los unicornios argentinos tienen una vocación internacional», y que tomaron un rumbo diferente a sus rivales de Brasil, porque «en todos los casos hoy tienen presencia en la región y no se quedaron en un solo país».
«Tienen que ser startups de tecnología con algún componente de inteligencia artificial, que sea acelerado en su proceso disruptivo de crecimiento, y que tengan un equipo emprendedor que piensa en grande», describió Freire.
En la región ya tienen 650 compañías «mapeadas», cuando hace un año eran 300. Se trata de firmas para invertir. De las 650, en Argentina hay unas 70, en Brasil 300, en México 150, y las demás están Colombia, Perú y Chile.
Pero la gran mayoría de esas compañías sólo buscan inversiones iniciales, de serie A, mientras que Softbank apunta a firmas que apliquen a series B o C.
Sin embargo, un centenar de esas 650 ya recibieron inversiones en serie A, a través de Kazek y Valor, fondos de inversión donde a su vez Softbank invirtió unos 135 millones de dólares.
«Tenemos dos o tres compañías en vista en la Argentina, algunas las descartamos por chicas en tamaño, o están en etapa temprana. Las ponemos es status de monitor,. Nuestro cheque mínimo es de 20 millones de dólares», precisó.
Brasil, Chile y la Argentina también están en la mira para buscar startups de educación, aunque son empresas que no les cierra por su aún baja escalabilidad.
«En biotecnología no tenemos nada, es raro», admitió Freire, quien resaltó que en la Argentina hay «compañías de software y ciberseguridad donde el país tiene ventaja competitiva a nivel mundial».
Puedes leer más sobre este tema en la nota propia que se publicó en iProfesional aquí.
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