Las siguientes respuestas forman parte de la encuesta “¿Cómo vivís el aislamiento por el coronavirus?”. Más información sobre este sondeo aquí.
Al momento de responder este cuestionario, ¿cómo llevas el aislamiento dispuesto por el Estado ante la pandemia del coronavirus? Puedes responder con frases cortas o explayarte. Por ejemplo, desde un lacónico “Bien, sin grandes problemas” hasta una crónica de una página de extensión,
Muy bien, no tengo drama. Yo el año pasado tuve un problema de salud, que me obligó a permanecer en casa, sin poder salir, durante un tiempo, por lo que ya lo tengo asumido. Más allá de la cuarentena obligatoria, tengo diabetes y una afección cardíaca, por lo que estoy dentro de la población de riesgo. Por eso evito las salidas. Hago mi trabajo periodístico en el diario La Nación, desde casa, en forma remota.
¿Cómo manejás tu tiempo en el marco del aislamiento? ¿Cambió tu rutina diaria? ¿Adoptaste una nueva rutina? Si es así, te invito a describirla. Por ejemplo, realizar ejercicios de gimnasia a la mañana o una meditación espiritual.
Mi rutina cambió, en el sentido de que no puedo hacer cosas fuera de casa, como antes. Por ejemplo, comprar cosas en la verdulería o en el supermercado, ir al gimnasio. Tengo una bicicleta fija en casa y trato de compensar. El resto me hace acordar mucho al período que pasé el año pasado en casa, cuando me operaron por desprendimiento de retina y por el problema cardíaco. Trato de leer, aunque mantengo aún dificultades para la lectura. Cumplí años el 20 de marzo, el día que se fijó la cuarentena obligatoria en el país, por lo que no pude reunirme con mucha gente a la que siempre siento cerca.
¿Cómo impacta el aislamiento en tu familia? Me refiero a tu relación con tu pareja, hijos, nietos, padres, abuelos u otros parientes cercanos.
A mi mujer la veo, lógicamente, más tiempo y compartimos más cosas en casa, lo cual tiene puntos positivos. Lo mismo ocurre con mi hijo menor, que asume determinadas tareas en la casa, como ir a hacer las compras. A la distancia estoy conectado con mi hija mayor, que vive en Barcelona, donde la pandemia del coronavirus también está expandida. Con mi otra hija, que vive en Ituzaingo, nos escribimos y hablamos, pero no podemos vernos.
¿Descubriste en este tiempo de aislamiento una película, libro, música, serie de TV, juego o videojuego, y que podrías recomendar?
Una de los aspectos positivos es que permanecer más en casa permite contar con más tiempo para ver algo de TV, aunque afortunadamente la disposición de canales es más limitada, porque hace tiempo le dí de baja al servicio de TV por cable o satelital. Veo con frecuencia Netflix. Terminé de ver una serie excelente: “El espía”, que narra en seis capítulos la historia real de Eli Cohen, un agente israelí que es entrenado para infiltrarse en Siria, en los años 60. Altamente recomendable, es una de las mejores producciones que he visto en los últimos años. También disfruté de una corta y muy buena entrevista que el periodista español Jordi Évole le hizo al papa Francisco, a propósito de la pandemia. Lo que lamento notoriamente es no poder ver fútbol.
¿Cómo afecta el aislamiento a tu trabajo? ¿Estás trabajando en forma remota? ¿O te dieron licencia?
Estoy conectado casi en forma permanente. Trabajo en forma remota, desde casa. Ya antes de la epidemia, el trabajo cotidiano obliga a una conexión permanente, desde temprano, por whatsapp. Me conecto diariamente con el resto de los editores de la sección -solo uno va al diario, los otros, también se conectan desde su casa- y vamos planificando la jornada, hablando con los redactores, revisando notas y enviando material desde temprano para la edición online. En mi caso particular, concentro mi actividad laboral desde casa a partir de las 14, enfocado más en el cierre de la edición en papel, aunque muchas veces arranco desde la mañana con alguna nota puntual. La jornada de trabajo en mi casa se extiende generalmente hasta las 22 / 22.30, según los días.
¿Qué tecnologías de la comunicación usas para comunicarte con tus parientes y amigos? Por ejemplo, WhatsApp, llamadas desde un teléfono fijo, Skype.
Básicamente WhatsApp. La epidemia me llevó a descubrir otra vía de comunicación: Zoom.
¿Aprovechas este tiempo de aislamiento para realizar alguna tarea o alcanzar una meta personal postergada? Si es así, ¿cuál es? Por ejemplo, hacer una copia de seguridad de la computadora, ordenar la biblioteca.
Como muchos seguramente habrán hecho, tuve que ordenar un poco algunas cosas en casa. Básicamente, tuve que acomodar un espacio para ubicar la computadora portátil e instalarme en un lugar específico, con la luz adecuada, para trabajar.
¿Aprovechas este tiempo de aislamiento para crecer en tus capacidades físicas, mentales, espirituales, laborales, profesionales? Por ejemplo, un curso por Internet, finalizar una tesina.
Trato de mantenerme informado y actualizado para avanzar con los casos que tengo en mi otra actividad, como abogado. Además, en estos días estoy revisando el trabajo de tesis final de una alumna del Máster de Periodismo de La Nación-UTDT.
Desde que se inició el aislamiento, ¿desarrollaste o tuviste reacciones como ansiedad, aburrimiento, desánimo, depresión o rabia? ¿Cómo las enfrentaste y superaste?
Afortunadamente no tuve esas reacciones. Me hubiera gustado no tener las limitaciones de mi problema en la vista para disfrutar más de los libros y las lecturas.
Espacio libre para que puedas agregar aquello que quieras compartir y que no apareció en este cuestionario.
Esta situación general que provoca la cuarentena nos lleva a compartir con mucha gente información y materiales que nos llegan a través de las redes sociales. Espero que vayamos aprendiendo para elevar el nivel de las cosas que compartimos, para no generar ese “contenido basura” que muchas veces le criticábamos a la televisión.
Mariano de Vedia
58 años, periodista y abogado. Integro el equipo de editores de la sección Política del diario La Nación, donde además de trabajar en la edición de las notas, me ocupo de la cobertura de temas vinculados con la Iglesia, principalmente en su relación con el Gobierno, y también de las informaciones referidas a las Fuerzas Armadas. He publicado en los últimos años varios libros. Entre ellos, “La educación aún espera” (Eudeba, 2005), a 20 años del Congreso Pedagógico Nacional convocado por el gobierno de Raúl Alfonsín; “Francisco, el Papa del pueblo” (Planeta, 2013), una biografía del cardenal Jorge Bergoglio; “En el nombre del Papa” (Planeta 2015), que narra la relación del cardenal Bergoglio y la Iglesia argentina con el gobierno de los Kirchner; y “El mártir. Angelelli, el obispo silenciado por la dictadura” (Sudamericana, 2019), que cuenta la historia del recordado obispo de La Rioja.
Puedes leer las respuestas del resto de los encuestados aquí.