La relación entre videojuegos y niños se registra en medio de voces a favor y en contra del uso de estos entretenimientos como medio para el ocio, aprendizaje y socialización de los menores en Internet.
Argentina Cibersegura, asociación civil cuyo objetivo es concientizar a la comunidad sobre el uso seguro de Internet y las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), invitó a reflexionar sobre la conducta de los más pequeños frente a su uso y así buscar un balance para su utilización.
La publicación de un caso clínico atendido por el programa de trastorno mental grave de la infancia y la adolescencia del Hospital General Universitario de Castellón, España, se reavivó la conversación sobre la importancia de lograr reconocer y gestionar las conductas alteradas que pueden encontrarse en niños y adolescentes, cuando hacen uso excesivo de las plataformas de juego en línea.
A principios de 2019, la Organización Mundial de la Salud (OMS), manifestó que el abuso de los videojuegos es un trastorno al que prestar atención. La entidad fue criticada por aficionados y profesionales del ámbito de los videojuegos y deportes electrónicos.
En un comunicado que me envió, Argentina Cibersegura indicó señales que podrían resultar de alerta para descubrir conductas alteradas en los niños que practican videojuegos en forma intensiva:
Incapacidad para regular el tiempo de juego
Suele ser una de las primeras señales de advertencia. Padres e hijos acuerdan un tiempo de juego, que no debería ser mayor a la hora y media diaria, aunque no todos los días de la semana, pero al final se termina jugando toda la tarde o noche.
Esta conducta se liga con la incapacidad de dejar de hacerlo, con la pérdida de control sobre los impulsos y la necesidad de seguir inmerso en un círculo de recompensa para lo que el juego se encuentra diseñado.
Distanciamiento de los vínculos familiares, sociales o educativos
Si bien en la pandemia del coronavirus los videojuegos son espacios para encuentros y socialización, también aumentaron las horas cuando niños y adolescentes pasan su tiempo en juegos en línea.
La detección de que se convierte en una actividad prioritaria, y a la cual todas las demás son subordinadas, suele ser un signo claro de que se debe revisar la conducta y uno de los criterios de diagnóstico suele ser que esto se prolongue en el tiempo.
Reemplazar el descanso por tiempo de juego
El descanso es fundamental para el crecimiento y ritmo vital; por lo tanto, dejar de practicarlo se convierte en otra señal de advertencia. El cambio de los hábitos de sueño para cumplir con espacios de juego en línea o dejar de dormir el tiempo habitual de la rutina diaria, impacta a diario en la salud física y mental. El descanso insuficiente es un factor perjudicial para el desempeño en la escuela, el hogar o la actividad física.
Jugar a sabiendas de las consecuencias negativas que esto causará
El reconocimiento de la incapacidad para dejar el juego y de las consecuencias negativas que conlleva este comportamiento, cómo afecta los vínculos pero aun así se sigue jugando, confirma un patrón problemático que se debe atender y corregir.
Desde la ONG señalaron que es importante entender que ninguno de estos síntomas por separado determina que una persona se encuentre frente a una adicción a los videojuegos.
La OMS manifestó que será diagnosticado cuando «el patrón de comportamiento es lo suficientemente grave como para dar lugar a un deterioro significativo a nivel personal, familiar, social, educativo, ocupacional o en otras áreas importantes de funcionamiento».
Existen factores que aumentan los indicadores de riesgo, y que destacan dos aspectos generales de los juegos más difundidos hoy:
- La necesidad de cumplir con una rutina y plazos establecidos para garantizar la posición alcanzada en cada temporada.
- Las múltiples fuentes de consumo por las cuales se logra conectar con las rutinas de juego: plataformas propias de cada juego, retransmisiones de partidas en vivo, análisis de metodologías y estrategias para la mejora de las habilidades del propio juego.
Las diferentes definiciones que se imponen distintos reguladores de la industria han hecho que, en poco tiempo, se evalúe el reconocimiento facial a la hora de validar la edad de jugadores y horarios en los que pueden hacerlo, hasta la regulación de la cantidad de horas semanales, que en algunos países se quiere implementar para salvaguardar la salud y rendimiento de sus ciudadanos.
“Será nuestra mirada responsable y atenta, con espacios para la conversación y acuerdos familiares, previniendo con límites claros y fomentando la práctica de diversas actividades que logren ser fuente de satisfacción, la que pueda ayudarnos a desarrollar las habilidades necesarias para gestionar una dinámica positiva alrededor de los juegos on-line.”
Javier Lombardi, mentor educativo de Argentina Cibersegura.