59 es la línea de colectivos que ilustra esta nota y la cantidad de años que cumplo este 30 de julio de 2023.
La 59 es una de las mejores líneas de colectivos de Buenos Aires, la ciudad donde nací, eduqué, resido y trabajo.
Se distingue de otras líneas por su muy buena frecuencia y la calidad y limpieza de sus colectivos. Incluso tiene colectivos de motor eléctrico.
Un colectivo de la línea 59 en la avenida 9 de Julio, con el Obelisco de fondo, en Buenos Aires.
Utilizo con frecuencia el 59 porque su recorrido pasa cerca de mi casa en la ciudad de Olivos, en el norte del Gran Buenos Aires.
Además de pasar por el Obelisco, uno de los lugares icónicos de Buenos Aires, el 59 transita por calles tranquilas y arboladas de la ciudad de La Lucila, vecina a mi casa.
Un colectivo en la línea 59 en la calle Rawson en Olivos.
En Olivos, y por causa del 59, nació una iniciativa de un diseñador que repara gratis carteles de las paradas de colectivos que están vandalizados o fueron destruidos y eliminados.
Un día, a mediados de 2016, Diego Crescimbeni estaba en la puerta de su casa de Olivos, donde vivía entonces, cuando vio que un colectivo de la línea 59 no se detuvo ante las señas de una mujer.
«Me acerqué y le expliqué a la señora que no paraba ahí, sino en la esquina. Y me dijo: ‘No puede ser, si no hay cartel’. Miré y vi que no había, y después caminé todo el recorrido de las calles internas y me di cuenta de que no había paradas o estaban en pésimo estado», recordó.
Para resolverlo, diseñó e imprimió unos carteles con el número 59 y los colocó en el barrio, en los lugares faltantes.
El video que publicó en sus perfiles en redes sociales acerca de este gesto fue compartido varios miles de veces. Entonces, comprendió que el problema era mucho más grande. Puedes leer más sobre este trabajo solidario aquí.
Cartel de una parada de la línea 59, realizado por Diego Crescimbeni, en la calle Mariano Pelliza, en Olivos.
En su perfil en Instagram, Crescimbeni publicó una frase:
«Hacemos lo que podemos pero podemos hacer un montón».
La frase tiene ecos de la famosa frase del teólogo británico John Wesley:
“Haz todo el bien que puedas por todos los medios que puedas, de todas las maneras que puedas en todos los lugares que puedas, en cualquier tiempo que puedas, a toda la gente que puedas, y tanto como tú puedas”.
Las líneas escritas hasta aquí resumen lo que espero en este nuevo año: realizar viajes y recorridos nuevos en mi vida en todos sus aspectos (personal, relacional, laboral, profesional) y dejar huellas de bendición en las vidas de otras personas.
Te comparto un pasaje de la Biblia que me inspira para este nuevo año:
Hazme saber, Señor, el límite de mis días, y el tiempo que me queda por vivir; hazme saber lo efímero que soy. Muy breve es la vida que me has dado; ante ti, mis años no son nada. ¡Un soplo nada más es el mortal! Es un suspiro que se pierde entre las sombras. Ilusorias son las riquezas que amontona, pues no sabe quién se quedará con ellas. »Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda? ¡Mi esperanza he puesto en ti!»
También te comparto un par de temas musicales que también me inspiran para este año nuevo de vida que comienzo a caminar por misericordia y gracias de Dios:
El primero es la quinta parte de una suite escrita por uno de mis músicos preferidos, Pat Metheny, llamada Road to the Sun, pero interpretada por Los Ángeles Guitar Quartet:
El segundo es interpretado por Metheny, pero fue escrito por Carly Simon: That’s The Way I Always Heard It Should Be.
Si te gustó o sirvió algo que publiqué, te ofrezco dos alternativas para agradecer y permitir la continuidad de mi trabajo en Bahía César, haciendo clic sobre ellas:
