Casi un año después de sufrir un accidente cerebrovascular, Luis María Di Filippo está de pie, en todos los sentidos de la frase.
Como parte de la serie de reuniones por mis 50 años, me reuní con Luis entre noviembre y diciembre de 2014 en la ciudad chubutense de Puerto Madryn, donde él reside.
(Estoy en deuda con mis invitados y con vos, lector de este blog, con las notas sobre estos encuentros por mi cincuentenario. Más sobre esta idea en esta nota).
Acerca de Luis y su ejemplo de vida te conté en esta nota y sobre sus problemas cerebrovasculares en este artículo y en esta nota.
Nuestro común amigo Pablo González difundió a inicios de marzo un video que me motivó a compartirte estas buenas noticias.
Luis sigue con sus terapias de rehabilitación, y mientras tanto trabaja como diseñador gráfico en su casa. Y se reúne con amigos en Puerto Madryn, en especial con aquellos que viajan hasta esa ciudad patagónica.
Así fue el caso de Alejandro y Lizzie Bedrossian, amigos en común, quienes fueron a la ciudad chubutense como parte de sus vacaciones de verano.
Dana, la hija de Pablo, filmó los siguientes videos donde aparecen Pablo, el anfitrión, su esposa Leticia y su otra hija, Candela; Alejandro y Lizzie.
Después de una cena, cantaron una canción de Pablo Bedrossian, «Nuestro canto expresa un sentir«, que fue lema en la década del 80 de un congreso nacional de la Juventud Evangélica Bautista Argentina (JEBA), un espacio donde todos los mencionados hasta aquí y yo compartimos muchas experiencias inolvidables :
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=SCGqOWEi_MU?rel=0&w=560&h=315]También alabaron a Dios con estas dos gemas del himnario protestante y evangélico, «Cómo podré estar triste» y «Cuán grande es él«:
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=GZ4ppxzoOfM?rel=0&w=560&h=315]Emociona ver y escuchar a mis amigos reunidos en torno a una mesa, alabando y adorando al Dios de la vida. Son personas que se encuentran entre las que más quiero y aprecio en esta tierra, con la seguridad de que también serán mis amigos en el cielo y la tierra nueva, en esa eternidad que Luis anticipa con su canto.
Luis María Di Filippo es una de las mayores inspiraciones para mi vida. Un ejemplo a seguir de lucha y tenacidad a prueba de todo. Un héroe sin prensa. Me alegra mucho verlo a él y a queridos amigos como Pablo González y mi hermano Alejandro, cantando «a su manera» una canción escrita hace 30 años, que sigue expresando fe y esperanza en un mundo difícil, violento y complejo. Gracias, César, por compartirlo!